E

s una noción algo conflictiva. Hay quien considera que la multitarea es una ventaja en el mundo laboral, pero por otro lado, cada vez más especialistas consideran que la relación entre la multitarea y el aumento de la productividad es un mito: "Vamos perdiendo la concentración, cometemos errores y cada vez hay más descuidos", dice la psicóloga Teresa Rebelo Pinto.

Y no solo eso. Desde el punto de vista de la salud mental, llevar a cabo más de una tarea a la vez también tiene ciertas consecuencias: "corremos el riesgo de que aumente el nivel de frustración e irritabilidad, en detrimento del bienestar general y la capacidad de gestionar las emociones". Además, no poder terminar una tarea y pasar a la siguiente podría ser un síntoma de ansiedad, advierte Teresa.

Desde Coverflex hablamos con la psicóloga Teresa Rebelo Pinto, también especialista en sueño, sobre el impacto de la multitarea en la productividad, la salud mental y el sueño.

Es muy común asociar la multitarea con la productividad. ¿Es correcto hacer esta asociación o es solo un mito? 

Si se hace de forma excepcional o durante un periodo corto de tiempo, la multitarea puede ser beneficiosa para alcanzar una mayor cantidad de objetivos. El problema es que, en determinado momento, empezamos a perder la concentración, cometemos errores y aumentan los descuidos. Se nos empiezan a escapar las cosas más básicas fácilmente.

En realidad, tener la mente puesta en varios temas a la vez implica que no estás al 100% en ninguno de ellos, lo que puede resultar improductivo e incluso, en algunos casos, fatal.

Por ejemplo, enviar un email mientras cocinas aumenta el riesgo de quemarte o de que se te caiga el teléfono en la sopa. Además, ese correo urgente probablemente no llegue o incluirá erratas más o menos graves.

¿Puede la multitarea poner en riesgo nuestra salud mental? ¿De qué forma? 

Nuestro cerebro tiene sus límites. A pesar de todos los recursos disponibles, no es posible exigir sin límite más y más atención según vamos incorporando nuevas tareas a nuestra rutina diaria. Podemos comparar la capacidad de prestar atención a algo con un presupuesto mensual. Si gastamos más de lo que ingresamos, acabaremos por endeudarnos, y se generará un desequilibrio y estrés financiero. Nuestro cerebro funciona de forma parecida: si constantemente exigimos más energía de la que tenemos disponible, algo empezará a fallar.

Desde el punto de vista de la salud mental, corremos el riesgo de aumentar los niveles de frustración e irritabilidad, alterando el bienestar general y la capacidad de regular las emociones. Por otro lado, no poder terminar una tarea y pasar a la siguiente puede suponer un síntoma de ansiedad y/o dificultad para establecer límites o priorizar lo que tenemos que hacer.

Por lo general, las generaciones más jóvenes, y las mujeres, suelen considerarse más propensas a la multitarea. ¿Podría esta categorización añadir aún más presión en su vida, tanto en el ámbito familiar como en el profesional? 

Las expectativas que se generan en torno a un grupo de edad o colectivo pueden ser muy peligrosas. Cuando se espera de una mujer, por ejemplo, que sea perfecta en todo tipo de roles, desde ser emprendedora en el ámbito profesional hasta buena madre y esposa, un ama de casa ejemplar y además sociable y cuidadosa con su aspecto estético, realmente se comete el error de pensar que es posible (¡y deseable!) serlo todo en todas partes.

Si no somos capaces de valorar las diversas facetas de nuestra vida de manera diferente, nos pasaremos el día culpándonos por no triunfar en alguna de ellas. Es vital aprender a gestionar la presión externa y definir nuestras prioridades en función de lo que es importante para cada uno de nosotros. Y luego ser realista, claro.

Hay especialistas que relacionan la multitarea con la calidad del sueño. ¿Cómo influye la una en la otra? 

Para dormir, necesitas "desconectar" de lo que pasa a tu alrededor. Es como si fuera el momento de dedicarte tiempo para ti y, en cierto modo, centrarte en una sola actividad: dormir.

Si nos cuesta hacer este corte al final del día, será más difícil conseguir un descanso de calidad. Parece como si el cerebro nunca se detuviera, que no pararan de dar vueltas las ideas en nuestra cabeza, lo que nos impide conciliar el sueño en paz.

Es fundamental entender que para dormir bien hay que aprender a desconectar y ser capaces de hacer una sola cosa..

Tres consejos para ser productivo sin tener que recurrir a la multitarea. 

1. Empieza el día escribiendo una lista (¡corta!) de tareas pendientes y elige una sola como prioridad. Si te queda tiempo después de resolverla, puedes pasar a la siguiente.

2. No empezar una tarea sin haber terminado la anterior. Utiliza este objetivo para motivarte a ir cerrando temas en lugar de acumular tareas inacabadas.

3. Respeta el entorno en el que estás (si estás en familia, evita trabajar; si estás en el trabajo, evita perder el tiempo en redes sociales o charlando por teléfono).

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